Por la boca muere el pez

Hoy, día 11 de mayo, he ido a clase como todos los días. Tengo que salir de mi casa a las 13:15, para poder ir a la parada del tranvía de la Cruz del Señor, y poder llegar a tiempo a clase en el Campus Guajara. Bien... hasta aquí todo correcto. Llego a la parada y a esa hora hay mucha gente, sobre todo adolescentes que salen de los institutos... un poco alterados...¬¬. Una vez dentro del tranvía, esa seríe de bagones acristalados se convierte en un hervidero de voces... pero unas voces de lo más mareosas, risas escandalosas y de vez en cuando algún que otro gritito... bien...hasta aquí la cosa es más o menos "soportable"...¬¬. Continúa el viaje en el tranvía, yo, oígo música, pero estoy algo nerviosa porque llego muy justa a clase. Y a dos paradas del Campus Guajara, el tranvía se detiene en seco a la entrada de un túnel, aquel murmullo taladrador para igualmente en seco, miro hacia atrás y veo al conductor gesticulando y quejándose, y al momento, COGE UNA BARRA DE METAL!! SALE DEL TRANVÍA Y CAMBIA LOS RAILES!!!... CON UNA BARRA DE METAL!!!, Por el amor de Dios!! que solo tenemos una línea! Tan moderno que está todo y el pobre conductor tiene que cambiar los railes con una barra de metal, si hasta los trenes de Bombay tienen eso automático y controlado informáticamente. Arriba la tecnología!!! ¬¬